Wednesday, May 13, 2015

EN ESTE MUNDO SOLO IMPORTO YO





Los rasgos de las personas narcisistas son la grandiosidad, la exagerada centralización en sí mismos y una notable falta de interés y empatía hacia los demás, a pesar de la avidez con que buscan su tributo y aprobación. Sienten gran envidia hacia aquellos que parecen poseer algo que ellos no tienen o que simplemente disfrutan de sus vidas. No solo les falta profundidad emocional y capacidad para comprender las complejas emociones de los demás, sino que además, sus propios sentimientos carecen de diferenciación, encendiéndose en rápidos destellos para dispersarse inmediatamente. En particular, son incapaces de experimentar auténticos sentimientos de tristeza, duelo, anhelo y reacciones depresivas. Cuando se sienten abandonados o defraudados por otras personas, suelen exhibir una respuesta aparentemente depresiva, pero que, examinada con más detalle, resulta ser de enojo y resentimiento cargado de deseos de venganza, y no verdadera tristeza por la pérdida de alguien a quien apreciaban (Otto Kernberg).



Un Narcisista está vacío por dentro, no es nadie y necesita a otro para sentirse vivo, especialmente necesita destruir la autoestima y vida de otro para sentirse bien, de hecho, siente placer al hacerlo. En cierto modo es un vampiro, pues necesita "chupar" la vida de otra persona. Su vida es insoportable si no atacan la vida de otro. 

Comparado con su pariente cercano, el narcicista es mas frágil, ya que su dependencia a otros puede llegar a herirle. En realidad, la victima de un narcicista, por ejemplo, su pareja, solo sirve de reflejo del narcicista, el espejo en el que ese personaje puede verse como a una persona completa, donde busca su propio yo. 



Por lo tanto, si el espejo (la persona que esta a su lado pero que para el narcicista es un objeto) se sale de su papel, el narcicista descaragará una furia destructiva y malevolente. 


Los narcicistas son tremendamente megalomanos, y esperan que los demás le rindan pleitesia y envidian la vitalidad y felicidad d elos demas, que tienen que destruir. 



Dentro de los criterios del DSM-V tenemos lo siguiente:

Un patrón predominante de grandiosidad (en la imaginación o en el comportamiento), una necesidad de admiración y una falta de empatía, que empiezan al principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos como lo indican cinco (o más) de los siguientes hechos:  

1.    Tiene sentimientos de grandeza o prepotencia (p. ej., exagera los logros y capacidades, espera ser reconocido como superior, sin unos logros proporcionados).

2.    Está absorto en temas de fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios.

3.    Cree que es "especial" y único y que sólo puede ser comprendido por, o sólo puede relacionarse con otras personas (o instituciones) que son especiales o de alto estatus.

4.    Exige una admiración excesiva.

5.    Muestras sentimiento de privilegio (es decir expectativas irrazonables de recibir un trato de favor especial o de que se cumplan automáticamente sus expectativas)

6.    Es interpersonalmente explotador, por ejemplo, saca provecho de los demás para alcanzar sus propias metas.

7.    Carece de empatía: es reacio a reconocer o identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás.

8.    Frecuentemente envidia a los demás o cree que los demás le envidian a él.

9.    Presenta comportamientos o actitudes arrogantes o soberbios.




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