El trastorno por déficit de atención
e hiperactividad (TDAH) se trata de una alteración del neurodesarrollo que
produce una conducta perturbadora que
aparece en la infancia, aproximadamente a los 7 años de edad, caracterizado por
síntomas de inatención e impulsividad e hiperactividad, que se clasifica en
varios subtipos. Este trastorno es crónico, interfiriere en muchas áreas del
funcionamiento normal y los síntomas persisten hasta un 50-80% en el adulto.
En distintas partes del mundo se ha
visto que la prevalencia fluctúa entre el 1,7 y 17,8% de los niños
escolarizados. Teniéndose una prevalencia de 17% en Colombia según estudios
realizados.
Y aunque aún no se conoce la causa
exacta de este trastorno, se sabe que éste tiene un componente genético: alteración
del funcionamiento de neurotransmisores cerebrales en la corteza prefrontal –dopamina
y noradrenalina-. Esto causa que no se genere control sobre algunas funciones
como la atención, concentración e impulsividad.
Hay muchos niños con este trastorno,
niños que quieren ser entendidos por los demás con respecto a cómo se sienten día
a día, cuando se levantan en la mañana a iniciar un nuevo día y su gran deseo
de tener un buen día en el colegio. Ir al colegio es todo un desafío, llevaron
todos los deberes escolares hechos? Los castigaran? Los profesores y compañeros
van a entender que a veces piensan y actúan sin darse cuenta? Entenderán que
les cuesta poner atención? Pues muchos no lo hacen, simplemente creen que son
niños rebeldes, desorganizados, faltos de disciplina, sin ganas de aprender y
con problemas de comportamiento. Pero casi ninguno de ellos, familiares y
profesores, se toman el tiempo de buscar la causa de la actitud en estos niños.
Estos niños saben que convivir con ellos es difícil, ya que ni siquiera ellos
mismos conocen el porqué de su comportamiento y porque algunas veces hacen las
cosas por hacerlas y no porque así lo deseen.
Pero la solución está en
sensibilizarnos con el trastorno para así buscar ayuda, y posteriormente
acceder a un tratamiento efectivo en la resolución del problema. Será que alguno
de nuestros niños conocidos o familiares sufren e este trastorno? Acaso esta es
la explicación de su inatención e impulsividad? Pues, lo que debes hacer es buscar
ayuda en caso de que algún niño que conozcas presente los siguientes criterios
del DSM-5:
A. Patrón
persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el
funcionamiento o desarrollo que se caracteriza por (1) y/o (2):
1. Inatención
Seis (o más) de los siguientes
síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda
con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y
académicas/laborales. NOTA: Los
síntomas no son sólo una manifestación del comportamiento de oposición,
desafío, hostilidad o fracaso para comprender las tareas o instrucciones. Para
adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere un
mínimo de 5 síntomas.
a. Con frecuencia falla en prestar la debida
atención a los detalles o por descuido se cometen errores en las tareas
escolares, en el trabajo o durante otras actividades (por ejemplo, se pasan por
alto o se pierden detalles, el trabajo no se lleva a cabo con precisión).
b. Con frecuencia tiene dificultades para
mantener la atención en tareas o actividades recreativas (por ejemplo, tiene
dificultad para mantener la atención en clases, conversaciones o lectura
prolongada).
c. Con frecuencia parece no escuchar cuando se le
habla directamente (por ejemplo, parece tener la mente en otras cosas, incluso
en ausencia de cualquier distracción aparente).
d. Con frecuencia no sigue las
instrucciones y no termina las tareas escolares, los quehaceres o los deberes
laborales (por ejemplo, inicia tareas pero se distrae rápidamente y se evade
con facilidad).
e. Con frecuencia tiene dificultad para organizar
tareas y actividades (por ejemplo, dificultad para gestionar tareas
secuenciales; dificultad para poner los materiales y pertenencias en orden;
descuido y desorganización en el trabajo; mala gestión del tiempo; no cumple
los plazos).
f. Con frecuencia evita, le
disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar tareas que requieren un
esfuerzo mental sostenido (por ejemplo tareas escolares o quehaceres
domésticos; en adolescentes mayores y adultos, preparación de informes,
completar formularios, revisar artículos largos).
g. Con frecuencia pierde cosas necesarias para
tareas o actividades (por ejemplo, materiales escolares, lápices, libros,
instrumentos, billetero, llaves, papeles de trabajo, gafas, móvil).
h. Con frecuencia se distrae con facilidad por
estímulos externos (para adolescentes mayores y adultos, puede incluir
pensamientos no relacionados).
i. Con frecuencia olvida las
actividades cotidianas (por ejemplo, hacer las tareas, hacer las diligencias;
en adolescentes mayores y adultos, devolver las llamadas, pagar las facturas,
acudir a las citas).
2.
Hiperactividad e Impulsividad
Seis (o mas) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel del desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales. NOTA: Los síntomas no son solo una manifestación del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso para comprender las tareas o instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (a partir de los 17 años de edad), se requiere un mínimo de 5 síntomas.
a. Con frecuencia juguetea o golpea con las manos
o los pies o se retuerce en el asiento.
b. Con frecuencia se levanta en situaciones en
que se espera que permanezca sentado (por ejemplo, se levanta en clase, en la
oficina o en otro lugar de trabajo, en situaciones que requieren mantenerse en
su lugar.
c. Con frecuencia corretea o trepa en situaciones
en las que no resulta apropiado. (Nota: En adolescentes o adultos, puede
limitarse a estar inquieto).
d. Con frecuencia es incapaz de jugar o de
ocuparse tranquilamente en actividades recreativas.
e. Con frecuencia está “ocupado”, actuando como
si “lo impulsara un motor” (por ejemplo, es incapaz de estar o se siente
incómodo estando quieto durante un tiempo prolongado, como en restaurantes,
reuniones; los otros pueden pensar que está intranquilo o que le resulta
difícil seguirlos).
f. Con frecuencia habla
excesivamente.
g. Con frecuencia responde inesperadamente o
antes de que se haya concluido una pregunta (por ejemplo, termina las frases de
otros; no respeta el turno de conversación).
h. Con frecuencia le es difícil esperar su turno
(por ejemplo, mientras espera una cola).
i. Con frecuencia interrumpe o se
inmiscuye con otros (por ejemplo, se mete en las conversaciones, juegos o
actividades; puede empezar a utilizar las cosas de otras personas sin esperar o
recibir permiso; en adolescentes y adultos, puede inmiscuirse o adelantarse a
lo que hacen los otros).
B. Algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos estaban presentes
antes de los 12 años.
C. Varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos están presentes en
dos o más contextos (por ejemplo, en casa, en el colegio o el trabajo; con los
amigos o familiares; en otras actividades).
D. Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren con el
funcionamiento social, académico o laboral, o reducen la calidad de los mismos.
E. Los síntomas no se producen exclusivamente durante el curso de la
esquizofrenia o de otro trastorno psicótico y no se explican mejor por otro
trastorno mental (por ejemplo, trastorno del estado de ánimo, trastorno de
ansiedad, trastorno disociativo, trastorno de la personalidad, intoxicación o
abstinencia de sustancias).
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