Como diría Woody Allen: El miedo es el compañero más fiel, jamás te engaña para irse con otro. El miedo es una sensación que todos en algún momento y frente a una determinada situación hemos tenido, es el miedo lo que nos hace estremecer y nos imposibilita pensar claramente, que nos llega a lo más profundo y nos sume en un sentimiento de desespero e incomodidad. El miedo puede ser desencadenado por distintas situaciones, por ejemplo, ¿qué sentirías si vas solo en medio de la noche por una calle en medio de la nada? Sinceramente no le creería al que responda otra cosa distinta al miedo, y es completamente normal. El miedo es una reacción fisiológica normal ante situaciones nuevas que no conocemos o de las que no sabemos mucho; pero cuando ese miedo es persistente, genera malestar físico y no se ha podido controlar de ninguna manera ya que provoca “pavor”, podemos estar hablando de una fobia. Debido a que existen muchas fobias, en esta entrada se pretender aclarar un tipo de fobia específica muy prevalente en la sociedad, la fobia social.
Una fobia social según el DSM-5 es un temor acusado y persistente que es excesivo o irracional, desencadenado cuando las personas se deben enfrentar a una o varias situaciones sociales o de actuación en grupos sociales/público ya que temen ser avergonzados, humillados o recibir críticas negativas. Estas situaciones son evitadas o soportadas con malestar físico: temblores incontrolables, mareos, sudoración excesiva, palpitaciones, etc. o en los casos más extremos, pueden llegar a producirse ataques de pánico.
Conozco una historia respecto a esta fobia, se trata de Carlos. Actualmente tiene 23 años y en su infancia era tímido y nervioso. Tal vez por ello no tenía amigos, es que no sabía relacionarse con ellos. En su casa, no era diferente, ya que vivía en un ambiente familiar conflictivo, su mamá era sobreprotectora, un poco ansiosa-depresiva; y por otro lado, su papá era alcohólico y no llevaba una buena relación con él debido a su agresividad. Debido a esto, era muy solitario y su personalidad se fue formando siendo perfeccionista, con una autoestima dependiente de aceptación y logros. Cuando creció, en la universidad las cosas no cambiaron mucho pero si cabe resaltar que terminó su carrera de ingeniero civil hace 1 año con muy buenas calificaciones. Pero, cuál era su miedo? Carlos desde pequeño le tenía miedo a expresar sus ideas aunque supiera de lo que estaba hablando, se le dificultaba mantener contacto visual con otras personas porque sentía que notaban su ansiedad y lo juzgaban por lo que decía, ya que seguramente eran cosas un poco estúpidas. Siempre que se veía expuesto a esta situación o pensaba en esto, su corazón latía fuertemente, sudaba en abundancia, se le dificultaba respirar y su cara se ponía roja. Por esto, no tenía muchos amigos ya que siempre les “sacaba el cuerpo” y debido a ello los perdió. Un día cualquiera, al ver en un periódico un anuncio sobre terapia en grupo para personas con su mismo miedo, se decidió a llamar y asistir para ver si eso funcionaba en algo. Desde aquel día, la vida de Carlos cambió, ahora puede compartir y hacer todo lo que deseaba hacer sin miedo alguno. Ahora es más sociable y ha recuperado y hecho nuevos amigos.
¿Entonces esto quiere decir que todas las personas que se angustien y se preocupen un poco por hablar en público o socializar tienen una fobia social? No. Para hablar de esta fobia específica se deben cumplir unos criterios que según el DSM-5 son los siguientes:
A. Temor acusado y persistente por una o más situaciones sociales o actuaciones en público en las que el sujeto se ve expuesto a personas que no pertenecen al ámbito familiar o a la posible evaluación por parte de los demás. El individuo teme actuar de un modo (o mostrar síntomas de ansiedad) que sea humillante o embarazoso. Nota: En los niños es necesario haber demostrado que sus capacidades para relacionarse socialmente con sus familiares son normales y han existido siempre, y que la ansiedad social aparece en las reuniones con individuos de su misma edad y no sólo en cualquier interrelación con un adulto.
B. La exposición a las situaciones sociales temidas provoca casi invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad, que puede tomar la forma de una crisis de angustia situacional o más o menos relacionada con una situación. Nota: En los niños la ansiedad puede traducirse en lloros, berrinches, inhibición o retraimiento en situaciones sociales donde los asistentes no pertenecen al marco familiar.
C. El individuo reconoce que este temor es excesivo o irracional. Nota: En los niños puede faltar este reconocimiento.
D. Las situaciones sociales o actuaciones en público temidas se evitan o bien se experimentan con ansiedad o malestar intensos.
E. Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa, o el malestar que aparece en la(s) situación(es) social(es) o actuación(es) en público temida(s) interfieren acusadamente con la rutina normal del individuo, con sus relaciones laborales (o académicas) o sociales, o bien producen un malestar clínicamente significativo.
F. En los individuos menores de 18 años la duración del cuadro sintomático debe prolongarse como mínimo 6 meses.
G. El miedo o el comportamiento de evitación no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o de una enfermedad médica y no pueden explicarse mejor por la presencia de otro trastorno metal (p. ej., trastorno de angustia con o sin agorafobia, trastorno de ansiedad por separación, trastorno dismórfico corporal, un trastorno generalizado del desarrollo o trastorno esquizoide de la personalidad).
H. Si hay una enfermedad médica u otro trastorno mental, el temor descrito en el Criterio A no se relaciona con estos procesos (p. ej., el miedo no es debido a la tartamudez, a los temblores de la enfermedad de Parkinson o a la exhibición de conductas alimentarias anormales en la anorexia nerviosa o en la bulimia nerviosa).
Especificar si: Generalizada: si los temores hacen referencia a la mayoría de las situaciones sociales (considerar también el diagnóstico adicional de trastorno de la personalidad por evitación).
Ahora que sabemos que existen situaciones que producen temor y/o pánico de forma anormal, y que existe la fobia social; si tú cumples los criterios anteriores debes buscar ayuda médica para superar estos grandes miedos (fobias) y así poder continuar de una manera tranquila con las actividades diarias de tu vida.
Todos en algún momento Hemos sentido temor al exponernos a un público y no por eso tenemos una fobia social. Me parece super interesante el tema y que aclares que para el diagnóstico de esta enfermedad es necesario cumplir con una serie de criterios propuestos por el DSM-V.
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